El Pichon Fabula François Fénelon

Juntos en un palomar

En otro tiempo vivían

Dos pichones en alegre

Y envidiable compañía.

Juntos hendían el aire

Con rapidez inaudita;

Juntos todas las mañanas

A las praderas vecinas,

O a las eras do la aldea

A buscar comida iban;

O bien de un cercano arroyo

En el agua cristalina 

La ardiente sed apagaban,

Y después juntos volvian

A su blanco palomar

En buena paz y armonía.

Pero disgustado el uno

De aquella vida tranquila,

A proyectos ambiciosos

En su mente dio cabida,

Y de su fiel camarada

Dejando la compañía

Veloz como una centella

Cruzó ciudades y villas,

ríos y mares, y dio

Consigo en Alejandria.

De esta ciudad pasó a Alepo,

Que es otra ciudad muy linda,

Donde halló algunos pichones

Que de correo servían.

Desde luego ambicionó

Poder formar en sus filas ,

Gracia que, al saber su mérito,

Le rué al punto concedida.

Yo no sé cómo explicar

De nuestro pichón la dicha,

Al ver que le confiaban

Secretos de gran valía.

Dos veces á la semana ,

Atados con una cinta

Llevaba pliegos cerrados

Del bajá á tierras distintas,

Por lo cual lleno de orgullo

Y satisfacción vivía.

¡Y qué poco duradera

En este mundo es la dicha !

Cuando menos lo esperaba

Hizo su suerte maldita

Que el Gran Señor sospechara

Que el bajá de allí tenia

Secretas inteligencias

Con las huestes enemigas,

Y mandára un emisario

Con una órden precisa

De averiguar los secretos

Que las cartas contenían

Oculto éste tras un árbol

A nuestro pichon atisba,

Prepara una flecha, apunta,

Al tenerle cerca, tira,

Y herido de muerte, cae

Del matador casi encima,

Reconociendo aunque tarde ,

En medio de su agonia,

Los muchos males que causa

Una ambición desmedida.

François Fénelon

Francia 1651-1715